Al pensar en los movimientos del cuerpo, generalmente se piensa en los músculos involucrados. Pero al mirar un bebé que está aprendiendo a pararse, se puede ver que este utiliza la estructura ósea para mover las piernas y lo hace sin saber nada acerca de los músculos.
Cuando un bebé por fin logra pararse usando las manos para tomarse de algún objeto, todo su esqueleto vibra desde los pies hacia arriba hasta el día en que puede dejar el soporte y pararse, inseguro pero sobre sus propios pies.
Lamentablemente los padres aspiran a apurar este proceso sin comprender que es el mismo chico el único que sabe cuál es el momento para pararse, al haber desarrollado un suficiente y propio sentido de seguridad para voltearse y quedarse parado.
A menudo se ve en la calle padres que han perdido el sentido de lo que el niño puede hacer: toman al chico de la mano y lo arrastran totalmente fuera de equilibrio en vez de esperar que el chico encuentre su propia seguridad. Los padres parecen ser los más culpables de esta falta de juicio.
SE PUEDE MOVER LOS HUESOS SIN USAR LOS MUSCULOS.
Otro error importante de los padres es poner a los chicos en sillitas inclinadas hacia atrás ubicado entre los adultos, como por ejemplo, en la mesa durante las comidas. Cuando el chico se inclina hacia adelante en la sillita (excitado por el grupo) se coloca en una posición rara que interfiere con la respiración correcta.
No es fácil aceptar que los chicos deben ser dejados en libertad en su camino hacia el desarrollo, aún si según el punto de vista de los padres, éste tomase más tiempo. Solo el niño sabe la cantidad de tiempo que requiere aprender a pararse sobre sus propios pies. No es azarosa la expresión "una persona que se para sobre sus propios pies" para describir el estado psicológico que resulta del desarrollo personal hacia un estado de pararse sin la ayuda de los demás.
El chico no tiene, por suerte, comprensión alguna acerca de la importancia de los músculos y gracias a eso no persigue los procedimientos atléticos habituales para fortalecer grupos aislados de músculos sin referencia a los huesos, articulaciones y ligamentos involucrados. A diferencia de sus mayores, el chico aprende por sí mismo a no acortar sus músculos cuando se mueve para agarrar algo. El chico usará entonces la energía de los huesos y ligamentos y un mínimo de los músculos para alcanzar un objeto.
Cada adulto puede experimentar también este modo de alcanzar algo si se prepara para el movimiento, pensando previamente en los huesos que serán movidos en una dirección definida y luego moviéndose. La sensación de liviandad kinestésica al hacerlo de este modo es reconocible inmediatamente como diferente de la sensación habitual al movernos. La novedad es en principio moverse con la energía de los huesos utilizando la mínima energía muscular posible.
Los chicos débiles que no pueden defenderse, pueden aprender a usar sus huesos para defenderse de los chicos más fuertes que los atacan. Empujar a los otros combinando la energía de los huesos de las piernas con el uso del cuadrado lumbar inspira suficiente respeto para ser dejado tranquilo.
Decir que uno puede mover sus huesos sin usar los músculos parece algo difícil de ser creído por la mayoría de la gente. Aprender a hacer eso requiere ensayar ese paso mentalmente antes de hacerlo: por ejemplo usted decide extender su pierna desde la cadera hasta el pié. Se ha demostrado por medio de la electromiografía, midiendo la actividad de los músculos, que no se involucra acción muscular alguna y sin embargo se puede ver y medir la pierna que se ha estirado. Lo que se involucra parece ser el movimiento de los ligamentos que conectan unos huesos con otros.
LOS HUESOS TIENEN SU PROPIA ENERGIA PARA MOVERSE CON LIVIANDAD KINESTESICA.
Por qué es tan importante mover los huesos con la menor acción muscular posible?
Una razón es para liberar a los músculos del trabajo innecesario, especialmente aquellos músculos debilitados por enfermedad o desuso o inmovilizados en yesos mientras las fracturas se están curando. En las gimnasias tradicionales se trabaja sobre exigiendo a los músculos. La consecuencia es el uso de demasiada energía y a la vez la inhibición de la circulación sanguínea. Del uso de los músculos resultan productos de desecho que deben ser eliminados por el flujo sanguíneo. Asombrosamente, del uso de huesos y ligamentos resultan menos productos de desecho. El dolor muscular luego de los ejercicios deja de ser un problema.
El uso de este conocimiento es de primordial importancia con muchos tipos de pacientes. Parapléjicos, víctimas del polio y personas mayores son ejemplos. Tienen seguridad porque aprenden a funcionar sin tensión. Aprenden a percibir la estructura ósea, su vitalidad y sus cualidades especiales. La percepción de los huesos produce el incremento de la circulación sanguínea, la cuál también se incrementa bajando el uso estático de los músculos.
Un paciente aprende a fortalecerse usando su conciencia de los huesos. Al pararse cerca de una pared, por ejemplo, una persona puede empujarla con más y más fuerza con poco o ningún aumento en el uso de los músculos. Hay muchos ejercicios similares utilizando las paredes, el piso u objetos pesados. Esta conciencia de incrementar la fuerza física no sólo agrega una sensación de hacerse más fuerte, sino que también refuerza la seguridad psicológica esencial de "mejorar" el bienestar.
Todo esto se hace preparando previamente lo que uno va a hacer mentalmente. Esta fase que llamamos INTENCION es muy importante. A modo de ejemplo: uno percibe la pierna, la piel que la rodea, los tejidos (fascias) que se encuentran bajo la piel hasta los huesos. Percibe la tibia, su forma, su longitud, la dureza de su estructura externa, la porosidad de su estructura interna; luego la membrana que separa la tibia del peroné, las diferentes formas y estructuras del peroné.
La persona que escucha por primera vez que va a aprender a distinguir (realmente sentir y percibir) las diferencias entre tibia y peroné estará sorprendida y quizás consternada ante la tarea que tiene por delante. Pero muchos, muchos cientos, lo han aprendido y ella también se transformará en una adepta.
Luego viene el gran descubrimiento de que los huesos tienen su propia energía para moverse con liviandad kinestésica. La pierna es percibida mientras el movimiento es pensado y sólo luego éste es llevado a cabo. Esto significa que la INTENCION incluye la percepción de las estructuras, con un especial énfasis en los huesos y el planificar un movimiento.
Que sucede precisamente cuando uno prepara mentalmente un cierto movimiento desde los huesos? Qué sucede entre el momento del pensamiento y el movimiento efectivo? Sabemos algo acerca de esto: percibir partes del cuerpo significa que información sensorial de esas áreas, que generalmente alcanza únicamente el nivel de la médula espinal, puede alcanzar el cerebro, alcanzar la conciencia y tomar parte en la planificación del movimiento.
Un cambio en el TONO y un aumento en la circulación sanguínea tienen lugar también en esta fase de planeamiento antes de que el movimiento se haga efectivo. Tocando, por ejemplo, esa pierna antes del movimiento tendrá seguramente más temperatura. Estas observaciones fueron hechas y utilizadas en tratamientos con gente debilitada por enfermedades o accidentes muchos años antes de que el tono sea explicado científicamente en 1946 por Granit y Koda, dos médicos escandinavos del Instituto Karolunka en Estocolmo.
Un cuerpo con un tono bajo, un bebé durmiendo por ejemplo, parece más pesado al ser movido que el mismo bebé despierto, activo y por lo tanto con el tono más alto, aún cuando el peso es el mismo.
Tono es el estado de tensión en el músculo, regulado por el sistema fusimotor. Está allí aún cuando el músculo no está activo. El tono se ajusta a un nivel bajo cuando estamos descansando y a un nivel alto cuando estamos apurados agitados o estresados. Durante la intención, el tono se ajusta al nivel exacto/óptimo, el cual es reconocible en uno mismo como liviandad kinestésica.
Cuando un bebé se para, agarrándose a algo antes de poder caminar y vibra su cuerpo, piernas y columna (a veces por largos períodos), está generando energía en los huesos con los cuales podrá finalmente pararse sin un soporte y eventualmente caminar. Esto viene sucediendo desde que la humanidad existe, pero no conozco a nadie que haya descripto este proceso.
UN BEBE DORMIDO PARECE MAS PESADO QUE EL MISMO BEBE DESPIERTO.
Yo he concientizado este proceso durante los 22 años en los que he enseñado Rítmica de Dalcroze a chicos en jardines de infantes en Copenhagen. Más tarde, se me hizo mucho más evidente cuando empecé a formar maestros en Eutonía y me di cuenta a través de ellos de las nocivas consecuencias de la gimnasia sueca que les había sido enseñada cuando eran chicos. Este sistema de enseñanza fue adaptado del training militar sueco.
Por ejemplo, chicos del jardín de infantes tenían que aprender a arrodillarse, lo cual proviene del ejército cuando un soldado era entrenado para arrodillarse para alcanzar un blanco más pequeño cuando mira por la mirilla de su arma. Cuando el Imperio Británico adoptó la gimnasia sueca, estas ideas llegaron a la India donde hasta hombres de tribus primitivas tuvieron que aprender estos ejercicios.
Por lo que recuerdo, utilicé el conocimiento de la energía de los huesos para tratar chicos en el Hospital Rigs de Copenhagen (la división infantil para todo el país). El director era el profesor Preben Plum quien me contrató para trabajar allí durante muchos años para ayudarlo con casos severos de espasticidad, polio y asma. Algunos de los chicos no podían casi ni moverse, pero yo pude enseñarle a un chico a empujar hacia atrás cuando yo le empujaba su pierna. Así, el niño aprendió lo que llamamos REPOUSSER y pronto aprendieron a hacerlo con sus pies contra la pared hasta que pudieron deslizarse a través de toda la habitación como orugas. Más tarde estaban muy interesados en el balanceo sobre bloques de madera con forma de semi-círculo ganando confianza en sus propios pies.
Cuando trabajaba con chicos espásticos en el área de niños del Hospital Universitario en Copenhagen (Rigs Hospital) el profesor Plum también me pidió que tratara de ayudar a los numerosos chicos que sufrían de asma, tratando de soltar/aflojar sus fijaciones en la base de la pelvis y en el diafragma, así como alrededor de sus axilas y hacia sus manos. Pero yo nunca había trabajado con chicos asmáticos. Toda la comunicación tenía que venir de las diferentes dinámicas del toque de sus manos.
Todos estos chicos eran flacos y casi no movían su caja torácica y los músculos intercostales. Traté de hacer pequeñas vibraciones. Después de unos pocos tratamientos la respiración se había normalizado en la base de la pelvis y esos cuerpos flacos se desarrollaron. Ganaron peso, algunos tanto que necesitaron nuevas ropas. Yo estaba muy impresionada con el hecho de que para cambiar toda la función respiratoria y para estimular el normal desarrollo de estos chicos, tan pocas correcciones fueran necesarias.
DESCUBRI LO QUE AHORA LLAMAMOS DESLIZAMIENTO DE LOS HUESOS.
Muchos años después supe que los problemas en la función respiratoria eran causados por la comunicación madre-hijo y también experimenté la verdad de esta teoría. Durante varios años, todos los meses de mayo, un paciente asmático vino a tratarse por todo ese mes. Me pregunté cuál había sido el contacto con su madre cuando era un bebé y pensé acerca del toque de la madre con la espalda del bebé: una mano entre las escápulas y la otra en el área del sacro, balanceando el simpático y el parasimpático. Coloqué el hombre de 70 años confortablemente sobre su lado derecho, puse una de mis manos entre los omóplatos y la otra sobre su sacro y casi inmediatamente comenzó a succionar como un bebé en el pecho de su madre. Durmió durante una hora mientras yo continuaba influyendo el equilibrio. Luego de una hora lo desperté "Qué me hizo?" preguntó."Mi asma se fue".
Los problemas de la función respiratoria son causados por la comunicación madre-hijo.
Esta fue la última vez que lo vi. El siguiente Mayo me llamó para decirme que seguía bien.
Luego de este resultado exitoso nos quedamos en contacto continuo con el Departamento de Asma del Rigs Hospital durante varios años y mis alumnos de 4to. de la escuela de formación profesional trataron sus peores casos.
Pero estuvimos hablando de la propia energía de los huesos. Yo misma fui víctima de varios accidentes de auto, fui arrojada dos veces. La segunda vez, de una distancia bastante considerable resultando dañada mi columna con muchas vértebras rotas. Estaba en tour por EEUU con muchas conferencias programadas en Universidades desde Florida hasta Boston. Traté de mantener mis citas y evité ser hospitalizada. Sé que suena loco, ni siquiera fui a un doctor. Cinco años más tarde el daño de mi cuerpo se comprobaba y los doctores me pusieron un corsé. No lo usé mucho tiempo porque el corsé te da una falsa seguridad y no te deja ser conciente de donde están las dificultades. Luego de un tiempo descubrí lo que actualmente llamamos DESLIZAMIENTO DE LOS HUESOS: yo me acostaba en el piso y trataba de colocar mis vértebras en una línea recta. Empezando con el cráneo que toca el piso, estiraba la espalda deslizando el cráneo un poquito para hacer espacio entre el cráneo y las vértebras cervicales recorriendo toda la columna hasta el cóccix.
El movimiento de deslizamiento equilibra y disminuye las contracciones de los músculos que van de vértebra a los dos lados de la columna. Este proceso alivió la presión de los nervios en la columna los cuales habían quedado "apretados" luego de los accidentes. Esta experiencia me enseñó lo que puede hacerse por medio del deslizamiento de los huesos en muchas partes del cuerpo.
Cualquiera puede hacer la experiencia acostándose en el piso. Se hace lo siguiente: con el pensamiento se crea la intención de deslizar toda la pierna desde la cadera hasta el talón paralelamente al piso. Luego se hace el movimiento. Más tarde descanse y observe su pierna. Repita la intención y el movimiento con la misma pierna. Si luego usted se levanta y se para sobre sus pies y da unos pasos, sentirá una gran diferencia entre ambas piernas. La que usted ha preparado estará mucho más estable y liviana. con mejor circulación y se siente más larga.
He hecho esto con pacientes con las piernas rotas que habían estado enyesados por largos períodos y a los cuales se les había indicado por lo menos seis meses de rehabilitación. Pudimos demostrar que con el tratamiento de Eutonía, antes descripto, la rehabilitación era mucho más rápida o en algunos casos, ni siquiera necesaria.
EL MOVIMIENTO DE DESLIZAMIENTO EQUILIBRA Y DISMINUYE LA CONTRACCION MUSCULAR.
Lo que sucede en esta situación es que el paciente, practicando la intención, evita el acortamiento de los músculos que habitualmente acompaña el esfuerzo espontáneo de mover un brazo o una pierna. Hasta haber descubierto esto, la experiencia de la medicina, basada en el estudio de los cadáveres, decía que mover un miembro requería un acortamiento muscular.
Durante el período de inmovilización de un miembro, los músculos del paciente se han debilitado enormemente. Entonces se pensaba que la rehabilitación significaba el fortalecimiento de los músculos antes que el paciente pudiera caminar.
Pero la Eutonía hizo el sorprendente descubrimiento de que el miembro puede ser usado con poco o ningún uso de los músculos: la rehabilitación en Eutonía basada en el movimiento del miembro con el uso de los ligamentos y no de los músculos, permitió también a los músculos su regeneración en un período corto de tiempo comparado con la rehabilitación tradicional de los músculos con máquinas y ejercicio.
Desde el momento en que a un paciente se le enseña la intención, aumenta la circulación sanguínea y la flexibilidad del tono. Puede empezar a practicarlo poco luego de la fractura, cuando la pierna está enyesada. La movilidad de las articulaciones inmovilizadas se preserva mucho mejor de este modo, lo cual es de gran importancia para la futura rehabilitación. Ahora, cuarenta años después de comenzar con este método, este está aceptado como parte de la fisiología.
El mismo deslizamiento de los huesos sirve para rehabilitar parapléjicos. El profesor de Eutonía comienza haciendo resistencia a los miembros paralizados del paciente: REPOUSSER.
Esto significa empujar el miembro hacia el paciente mientras este trata de empujar en contra. Casi siempre el paciente descubre en su primer tratamiento que puede empujar hacia atrás con un miembro que supuestamente estaba totalmente paralizado. El paciente hace esto acostado en el piso.
En el empuje que le pido que haga, no le sucede lo que no pudo hacer de parado cuando la medicina ortodoxa trató de hacerlo usar sus músculos para pararse y lo hicieron sentir un paralítico sin esperanzas. Luego de un tiempo de enseñarle a empujar estando acostado, el profesor de Eutonía le sugiere empujar contra el piso, primero deslizándose desde la silla hacia el piso y luego volviendo a su silla empujando aún más. A partir de esta experiencia, ir a la posición de pié es solo una cuestión de más enseñanza al paciente, acerca de los usos de la resistencia.
Esa enseñanza es de gran importancia para las personas mayores quienes pueden aprender a caminar y moverse, mucho después de que sus músculos se han deteriorado considerablemente. La intención puede ser utilizada por personas mayores (como parte de su diario vivir) para mantener la circulación sanguínea funcionando bien y para la flexibilidad del tono.
Y toda la raza humana podría haber aprendido hace muchos años si solamente supiéramos observar a los niños aprendiendo a pararse y a caminar!
GERDA ALEXANDER
(en colaboración con Felix Morrow y Lise Plum M. D.)
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